Desde la Plataforma de comedores escolares de la que el ampa forma parte nos informan que no se ha realizado ni un solo análisis de lo que comen los comensales. Esos 4000 análisis consisten únicamente en verificar la cantidad de hidratos, proteínas, etc son las correctas y las condiciones sanitarias cumplen…
Pero NUNCA han comprobado que lo que sirve es realmente lo que pone en los menús. Porque para eso tendrían que llevarse la bandeja a un laboratorio y analizar.
Por ejemplo, «bacalao en salsa verde» y que el laboratorio diga que solo hay un 2% DE BACALAO. AHÍ está el fraude, y la ganancia, para las empresas. Y estos son los análisis que se reclaman desde la plataforma y que que no han realizado nunca.
Y qué por ahora se niegan a realizar.
Únicamente se realizan controles oficiales realizados durante la inspección ordinaria.
Consisten en valorar lo escrito en el menú mensual. Si lo estipulado en el menú coincide con los rangos de proteínas, carbohidratos, grasas y calorías en función de la edad de los comensales recogidas en la guía de comedores de la DGA.
En ningún momento se analiza el alimento/plato «in situ», siempre se hace sobre el papel.